De nuestro estudiante Denís Malov. C.M.F.


Queridos hermanos, querida familia,
aunque por la situación epidemiológica en el mundo no he podido celebrar este año, como deseaba de todo mi corazón, mi 30 cumpleaños con vosotros, para mí ha sido un gran consuelo y me han llegado al corazón vuestras innumerables felicitaciones y oraciones. Para mí son muy importantes sobre todo ahora, cuando espero la respuesta del Superior Provincial de nuestra Congregación sobre la petición de mi profesión perpetua, que no hace mucho he solicitado. Vuestras oraciones, vuestro interés, vuestros buenos deseos son para mí el mejor regalo que pudiera haber. Os echo mucho de menos, a todos y a cada uno. ¡Gracias por recordarme! En septiembre, con la ayuda de Dios, empiezo un curso de especialización de dos años, con la esperanza de que pasen pronto, para veros lo antes posible. ¡Saludos muy cordiales!